DESCUBRE TU TIPO DE PIEL
Test para identificar el tipo de piel que tenemos
Sobre ti
Este test está diseñado para ayudarnos a comprender mejor las necesidades de tu piel y brindarte los mejores consejos para mantenerla saludable.
¿Qué es lo más importante para ti a la hora de elegir un producto de cuidado personal para tu cuerpo?
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Echemos un vistazo más de cerca a la piel en tu cuerpo, con especial atención a los brazos y piernas
Te invitamos a evaluar tu piel a través de las diferentes características aquí enumeradas.
¿CÓMO DESCRIBIRÍAS TU PIEL?
TIENES CON FRECUENCIA ESPINILLAS Y/O GRANOS (PRINCIPALMENTE EN LOS HOMBROS Y EL PECHO)
¿SUFRES DE PARCHES ROJOS QUE PICAN?
¿TU PIEL SE ESTÁ DESCAMANDO?
¿TU PIEL SE VE BIEN, PERO SE SIENTE MUY SENSIBLE?
¿Cómo te sientes con tu piel?
Te invitamos a evaluar cómo se siente tu piel a través de las siguientes características
¿TU PIEL TIENE ALGUNA REACCIÓN ADVERSA AL UTILIZAR DETERMINADOS PRODUCTOS DE BELLEZA?
¿SIENTES LA PIEL ESTIRADA E INCOMODA?
¿SIENTES IRRITACIÓN O CALOR CUANDO TU PIEL ENTRA EN CONTACTO CON TEJIDOS (LANA, ETC.) O CIERTOS PRODUCTOS DE BELLEZA?
¿TU PIEL SE SIENTE SUAVE Y FLEXIBLE AL TACTO?
¿SUFRES DE PICAZÓN EN LA PIEL?
¿TIENES PARCHES ROJOS QUE PICAN EN CIERTAS ÁREAS DE TU CUERPO (EN LA PARTE POSTERIOR DE LAS RODILLAS, EN LOS CODOS)?
¿Cómo describirías mejor tu rutina de cuidado corporal?
Te invitamos a seleccionar entre las diferentes rutinas listadas aquí.
¿CADA CUANTO TE DUCHAS?
¿UTILIZAS UN HIDRATANTE DESPUÉS DE DUCHAR?
¿QUÉ TE GUSTA USAR PARA LAVAR TU CUERPO?
¿QUÉ TEXTURAS TE GUSTAN USAR PARA HIDRATAR LA PIEL?
PASO 1 DE 5
TIPOS DE PIEL
Lo que necesitas saber sobre la piel normal
La piel normal es una piel sana que reune las condiciones óptimas para llevar a cabo sus funciones esenciales. Suave, firme y versátil, la piel normal está bien hidratada y equilibrada y no presenta lesiones ni signos de sensibilidad. La piel normal es suave al tacto, flexible y los poros son apenas visibles.
Para mantener la piel normal en condiciones óptimas, usa productos que respeten y refuercen la barrera natural de la piel, también conocida como microbioma. Mantén las defensas de tu piel hidratándola regularmente y usando cremas con FPS para protegerla de los rayos UV.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
Utiliza productos de higiene suaves y eficaces que no eliminen la barrera protectora de la piel, como jabones y geles delicados con el microbioma, que fijen la hidratación natural de la piel y refuercen sus defensas naturales.
Segundo consejo
Como para todos los tipos de piel, el uso de protección UV es imprescindible para mantener la piel sana. Usa siempre protector solar cuando te expongas al sol y recuerda hidratarte de manera regular con una loción suave a base de agua.
Tercer consejo
La mejor manera y la más simple de mantener un cutis radiante es beber mucha agua. Te ayudará a eliminar las toxinas de forma natural, prevenir el envejecimiento prematuro, mantener un pH normal y equilibrado, favorecer una mejor cicatrización e igualar el tono de piel.
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Lo que necesitas saber sobre la piel grasa
La piel grasa se genera cuando las glándulas sebáceas de la piel producen demasiado sebo o grasa, otorgándole un aspecto brillante o graso. Los poros suelen estar dilatados y el exceso de sebo puede obstruirlos y provocar acné. Los cambios hormonales también pueden generar piel grasa.
Es importante no sobrecargar la piel grasa y ayudarla a limitar de forma natural su producción de grasa y reducir las impurezas sin deshidratarla. Elige productos para el cuidado de la piel con pH neutro y adaptados a la piel grasa que ayuden a restaurar y mantener el equilibrio de la piel, hidratándola sin engrasarla.
Cuida la piel grasa especialmente en verano, ya que el calor suele aumentar la producción de grasa de la piel.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
No te laves la piel en exceso. Al querer deshacerte del exceso de grasa, estás eliminando la capa protectora de bacterias que viven en la piel. Te arriesgas a alterar el equilibrio natural de la piel y que esta produzca mayor cantidad de grasa.
Segundo consejo
Utiliza productos para el cuidado de la piel específicos para pieles grasas. Asegúrete de que los productos que uses sean lociones o geles a base de agua para evitar engrasar la piel.
Tercer consejo
La dieta juega un papel muy importante en el equilibrio de la piel. Comer alimentos ricos en azúcares, grasas y lácteos puede provocar un exceso de actividad sebácea y causar imperfecciones y manchas.
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Lo que necesitas saber sobre la piel seca
La piel seca carece de hidratación, por lo que presenta un aspecto apagado y es más propensa a las arrugas, afecciones cutáneas y reacciones alérgicas. Los componentes de la piel, incluyendo los lípidos y las proteínas, forman una barrera de retención de la humedad y, si está deteriorada, la humedad se evapora y la piel se reseca.
Tu piel necesita un extra de hidratación para fortalecer y reponer la barrera protectora. Elige productos hidratantes y delicados con el microbioma que limpien y nutran con suavidad, reteniendo la hidratación natural de tu piel y reforzando sus defensas.
Cuida tu piel especialmente cuando haga calor, frío o viento para evitar que se agriete o irrite.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
A medida que cambian las estaciones, es importante adaptar la rutina de cuidado de la piel para que se adapte mejor al entorno. El uso de lociones a base de agua en verano y de cremas más espesas a base de aceites en invierno te ayudará a combatir la piel seca.
Segundo consejo
Bebe 8 vasos de agua al día. Te ayudará a hidratar la piel de manera natural, al tiempo que eliminará las toxinas, mantendrá la piel flexible y un pH equilibrado y unificará su tono de piel.
Tercer consejo
Usa productos suaves sin jabón y evita las duchas largas con agua caliente. Elige productos delicados con el microbioma que no eliminen la barrera protectora natural de la piel. Con ello aumentarás las defensas de la piel y ayudarás a mantener la hidratación natural, consiguiendo una piel más resistente e hidratada. Utiliza ropa de fibras naturales como el algodón y la seda y evite el poliéster, nailon y otros materiales sintéticos. Tu piel podrá respirar y evitará las rozaduras y el picor.
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¿Qué es la piel seca y cuáles son sus características?
La piel muy seca carece de hidratación, tiene un aspecto opaco, es escamosa y más propensa a las arrugas, afecciones de la piel y reacciones alérgicas. Los componentes de la piel, incluyendo los lípidos y las proteínas, forman una barrera de retención de la humedad y si está deteriorada la humedad se evapora y la piel se reseca.
Tu piel necesita un extra de hidratación para fortalecer y reponer la barrera protectora. Elige productos delicados con el microbioma que refuercen la capa protectora de las bacterias que viven en su piel y fortalezcan sus defensas naturales. Así, tu piel se volverá más resistente y mantendrá la hidratación natural, dejándola nutrida y equilibrada.
Cuida la piel especialmente cuando haga calor, frío o viento para evitar que se agriete o irrite.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
La mejor manera de tratar la piel muy seca es hidratarla de forma regular. Lleva contigo una crema hidratante durante el día y aplícatela repetidamente en la zona dañada.
Segundo consejo
Usa jabones hidratantes. Evita cualquier producto químico que reseque aún más la piel. No utilices exfoliantes en la zona afectada, ya que solo conseguirás aumentar la irritación. Si tu piel está extremadamente seca, intenta ducharte cada dos días, ya que el agua caliente puede resecarla todavía más. Seca la piel aplicando ligeros toques con la toalla, sin frotar.
Tercer consejo
Usa ropa suave que no roce las zonas afectadas de la piel. El algodón y la seda son fibras naturales que dejan respirar a la piel. Evita el uso de ropa sintética y materiales ásperos.
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Lo que necesitas saber sobre la piel sensible
La piel sensible reacciona de manera extrema a los factores externos y alérgenos, y puede causar molestias como irritación, erupciones y enrojecimiento de la piel. En las pieles sensibles, la capa externa, que hace la función de barrera, suele estar debilitada y se daña con mayor facilidad.
Las causas de la piel sensible son múltiples: el clima, la dieta, la contaminación o el estrés pueden desempeñar un papel importante, al igual que las reacciones a ciertos productos cosméticos y de cuidado de la piel. Protege la piel sensible eligiendo productos probados dermatológicamente y formulados especialmente para tu tipo de piel. Usa productos para el cuidado de la piel con un pH favorable, con menos ingredientes, hipoalergénicos y sin colorantes ni perfumes.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
Aunque no se pueden controlar todos los factores internos y externos que desencadenan la sensibilidad de la piel, sí se pueden controlar los productos que usamos para la piel. Refuerza la barrera protectora natural de tu piel mediante el uso de productos delicados con el microbioma que potencian las defensas naturales de la piel y retienen la hidratación natural.
Segundo consejo
Utiliza productos con pocos ingredientes y especialmente formulados para la piel sensible, también en la ducha y el baño. Ten en cuenta que muchas espumas de baño y bombas de baño pueden irritar la piel. Ten cuidado al comprar detergentes y productos de limpieza, ya que algunos pueden causar irritación y desencadenar reacciones en la piel e incluso alergias.
Tercer consejo
Para tratar la sensibilidad en las axilas, utiliza desodorantes específicos y evita los aerosoles. Para las manos sensibles, usa guantes al lavar los platos o limpiar, ya que el agua caliente y los productos químicos fuertes irritarán todavía más la piel.
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Lo que necesitas saber sobre la piel atópica
La dermatitis atópica (o eczema atópico) puede afectarnos a cualquier edad. Es una afección común que no es ni contagiosa ni irreversible, causada por factores genéticos, factores medioambientales y alteraciones en la barrera natural de la piel.
Sus síntomas incluyen enrojecimiento, escozor y sequedad de la piel del cuerpo y la cara. La dermatitis atópica también puede aflorar al entrar en contacto con polvo, pelo de animal y ciertos tejidos como la lana y los sintéticos.
Cuida la piel atópica usando productos probados dermatológicamente que calmen las irritaciones, refuercen el microbioma y nutran suavemente la piel a diario. Ten especial cuidado en condiciones atmosféricas con baja humedad o mucho frío y al manipular agentes irritantes como detergentes, jabones, perfumes y fragancias.
Tu rutina de cuidado de la piel
Primer consejo
La dermatitis atópica se debe tratar con cremas ricas en emolientes y específicas para calmar la inflamación de la piel y aliviar el picor.
Segundo consejo
En casos graves, el médico puede recetar una crema con corticoides pero, como regla general, es mejor evitar productos con perfumes e ingredientes agresivos.
Tercer consejo
Esta afección de la piel puede empeorar con el clima y el agua caliente. Por lo tanto, evita las duchas largas con agua caliente y asegúrate de hidratar y tratar tu piel con regularidad. Llevar contigo cremas es una buena manera de cuidar tu piel mientras estás fuera de casa.