Tipos de piel: descubre tu tipo de piel y sus características
Existen diferentes tipos de piel, cada uno con sus propias características y necesidades. Aquí tienes los diferentes tipos de piel y descubre nuestros productos recomendados y rutinas personalizadas.
PIEL NORMAL
Una piel normal es una piel sana que se encuentra en condiciones óptimas para realizar sus funciones esenciales.
Si tu piel es normal, será suave, firme, flexible y, en general, sin manchas. Tus poros pueden ser muy reducidos, y tu cutis radiante. Para que la piel normal se encuentre en un estado óptimo, tendrás que cuidarla para mantenerla equilibrada y protegida.
PIEL GRASA
La piel grasa puede deberse a varias razones: genética o desequilibrios hormonales.
Se trata de un tipo de piel cuyas glándulas sebáceas producen demasiada grasa. Aunque esta suele ser la causa principal, la piel grasa se puede deber a otras causas, como los cambios hormonales. Saber qué sirve de ayuda para la piel grasa puede ayudarte a mantenerla en un estado óptimo. No intentes sobrecargarla con productos. Ayúdala a limitar su producción de grasa de forma natural. También hay que tener especial cuidado con la piel cuando hace calor, ya que este puede hacer que genere más grasa
PIEL SENSIBLE
La piel sensible se produce cuando la capa externa de la piel tiende a tener la barrera debilitada y, por tanto, se daña más fácilmente.
La sensibilidad puede deberse a numerosos factores, como el clima, la dieta, la contaminación, el estrés o incluso determinados productos para el cuidado de la piel. Puedes proteger tu piel sensible eligiendo productos de cuidado suaves que hayan sido probados dermatológicamente y contengan menos ingredientes que puedan irritarla.
PIEL SECA
La sequedad es un tipo de piel causada por factores ambientales como el sol, la contaminación y la humedad.
Si tienes la piel seca, habrás notado que está apagada y escamosa. Esto se debe a la falta de hidratación, que puede ser causada por el deterioro de ciertos componentes que forman una barrera para fijarla. Esta es solo una de las causas de la piel seca. Otras causas de la piel seca pueden ser el calor, el frío, el viento, el aire acondicionado, la calefacción central o aspectos del estilo de vida como fumar o no beber suficiente agua. El tratamiento para la piel seca requiere una limpieza minuciosa, una hidratación profunda, beber mucha agua y evitar ingredientes agresivos en productos de cuidado.
PIEL MUY SECA
La piel muy seca puede ser causada por un desequilibrio en el microbioma de la piel o como resultado de la deshidratación.
La piel muy seca puede tener un aspecto apagado y escamoso debido a la falta de hidratación. También es más propensa a las arrugas, las afecciones e incluso las reacciones alérgicas. La mayor parte de las veces, la piel muy seca se debe a factores ambientales como el sol, el frío extremo, el viento fuerte y la contaminación, pero existen formas de tratar esta sequedad. Puedes conseguir que una piel muy seca se mantenga sana hidratándola en profundidad y eligiendo productos que cuiden tu microbioma.
PIEL ATÓPICA
La piel con tendencia atópica puede ser genética o ser resultado de alergias. Puede ser desencadenante del uso de ciertos jabones, el estrés y el clima.