SOBRE LA PIEL

Cómo cuidar la piel grasa y prevenir brotes

Si tienes la piel grasa, seguramente te preocupen los puntos negros, los poros visibles y las erupciones. Puede que también hayas notado que el maquillaje te queda genial al aplicártelo, pero, a medida que pasa el tiempo, la grasa se acumula y hace que quede brillante en las fotos. ¿Te suena? Nuestra guía puede ayudarte a entender las necesidades de las pieles extremadamente grasas y a dar con las mejores pautas para el cuidado de tu piel.

¿Cuáles son las características de la piel grasa?

La piel grasa suele presentar brillos, sobre todo en la zona T (en la frente, la nariz, el mentón y la espalda). Los poros también pueden resultar grandes y visibles, y obstruirse con puntos negros. También puede ser propensa a erupciones en las zonas más grasas del rostro y el cuerpo.

¿Por qué tengo la piel grasa?

Según un estudio llamado The Irritancy of Soaps and Syndets, por Strube, D. D. y Nicoll, G., la piel grasa es producto de una producción excesiva de sebo en la superficie de la piel procedente de las glándulas que ayudan a mantenerla sana. Además de reducir la pérdida de agua de nuestra piel, el sebo también ayuda a protegerla de bacterias y hongos. Estas glándulas aumentan la producción de sebo durante la pubertad, lo que puede provocar que la piel quede grasa y congestionada. Los cambios hormonales, la genética y el estrés también pueden derivar en un exceso de grasa.

«La piel grasa da lugar a células pegajosas que pueden obstruir los poros y provocar brotes de acné», afirma el Dr. Zac Handler, dermatólogo asesor. «Esto sucede en la pubertad, cuando se produce un rápido aumento de las hormonas andrógenas como la testosterona y la progesterona. En el embarazo se produce un aumento de la progesterona, que desemboca en un aumento de la producción de las glándulas sebáceas y una tendencia a sufrir más brotes de acné».

La piel grasa da lugar a células pegajosas que pueden obstruir los poros y provocar brotes de acné

Dr Zac Handler

Cómo cuidar de la piel grasa: causas, tratamiento y prevención

Consejos para el cuidado de la piel grasa

Limpiadores faciales

Aunque no pasa nada por tener la piel grasa, existen tratamientos que pueden ayudarte a controlarla. Esto incluye productos como limpiadores con un pH más alto (9) o jabones suaves. No obstante, procura no limpiarte la cara con demasiada frecuencia, ya que esto puede acabar resecando la piel. Con una o dos veces al día es suficiente para mantener a raya los niveles de grasa.

También es conveniente tratar de evitar los productos con fragancia o agresivos, como los exfoliantes físicos, ya que pueden generar aún más sebo. Busca limpiadores que contengan exfoliantes químicos suaves como el ácido salicílico y el ácido glicólico, ya que pueden contribuir al proceso de regeneración natural de las células del cuerpo y reducir los niveles de congestión y de grasa. Los tonificantes naturales con ingredientes antiinflamatorios como el hamamelis también ayudan a mejorar el aspecto de la piel grasa.

Jabones líquidos

Si tienes la piel grasa, sigue los mismos principios que para lavarte la cara y usa un producto limpiador suave a diario.   Esto facilita el proceso de regeneración natural de la piel al mismo tiempo que la hidrata y restaura su nivel natural de pH.

El gel de ducha purificante Sanex Dermo Micellar Sin Jabón es otra gran opción, ya que puede usarse en cuerpo y rostro. Ayuda a limpiar la piel de grasas e impurezas y la deja purificada e hidratada, devolviendo el equilibrio a su barrera natural. Úsalo a diario para mantener el equilibrio de tu piel.

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Especialista dermatológo

Asesoramiento Especializado

Dr Zac Handler

Lavarse con demasiada frecuencia con productos y jabones agresivos puede despojar a la piel de sus aceites y lípidos esenciales