¿Por qué las embarazadas tienen la piel sensible?
El embarazo puede ser un momento de mucha ansiedad y esto, junto con la explosión de las hormonas, hace que la piel se vuelva extremadamente sensible. De hecho, algunos expertos consideran que es un mecanismo de defensa para proteger a la madre y al bebé de infecciones y enfermedades. Si notas la piel mucho más seca y sensible, debes optar por una rutina de cuidados calmante pero sencilla. Busca fórmulas minimalistas que contengan ingredientes suaves e hidratantes como la glicerina, la manteca de karité y el ácido hialurónico.
¿Por qué de pronto tengo la piel grasa?
Es posible que durante el embarazo acumules más sebo y grasa de lo habitual, lo cual puede obstruir los poros y provocar acné en la zona de las mejillas, el mentón y la mandíbula. Este cambio hormonal se debe a que el cuerpo genera más progesterona para preparar el útero. Por lo tanto, pese a que este cambio es totalmente natural, existen formas de ayudar a mantener el equilibrio de tu piel. La mejor manera de manejar el exceso de grasa en la piel es con un limpiador y una hidratante diseñados para eliminar imperfecciones y regular el sebo con ingredientes exfoliantes suaves como los alfa-hidroxiácidos (AHA). Trata de evitar ingredientes más agresivos como el ácido salicílico, ya que podrían aumentar la sensibilidad. También puedes probar con una mascarilla de barro o arcilla para limpiar los poros y evitar que estos se obstruyan.
¿Cómo puedo evitar el melasma?
Además de volverse más sensible durante el embarazo, la piel también aumenta la fotosensibilidad (su reacción a los rayos UV del sol). Esto estimula las hormonas de pigmentación, lo cual puede provocar melasma, un problema que se caracteriza por la aparición de manchas en la piel. «El melasma, un problema por el cual los melanocitos generan mayor cantidad de pigmento para la piel, viene provocado por la exposición a la luz y a los estrógenos», explica el Dr. Zac Handler, dermatólogo asesor. «Pese a que no es exclusivo de las mujeres embarazadas, el aumento de la producción de estrógenos durante la gestación ha provocado que esta afección sea conocida como la “máscara del embarazo”».