El «brillo del embarazo» es una expresión que se usa para describir el aspecto del cutis de las gestantes, provocado por las hormonas y la emoción por la llegada inminente del bebé. Sin embargo, esto puede alejarse mucho de la realidad, ya que muchas mujeres se enfrentan a problemas como, por ejemplo, una mayor sequedad de la piel. Si te resulta familiar, sigue leyendo para descubrir cómo evitar y tratar la sequedad durante el embarazo.
Causas de la piel seca durante el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo emplea recursos vitales necesarios para ayudar al bebé a crecer y a desarrollarse correctamente. Uno de ellos es el agua. La mayoría del agua que bebas llegará primero al bebé y este te dejará lo que le sobre, lo que puede resecar la piel y hacer que te sientas más deshidratada de lo normal.
Cómo pueden prevenir la piel seca las embarazadas
Puedes evitar que tu piel se reseque durante el embarazo tomando alimentos ricos en agua como fruta, frutos secos y verduras. Este tipo de alimentos se absorben rápidamente para ayudarte a mantener la hidratación. También debes acordarte de beber agua (unos dos litros) a lo largo del día.
Otra causa de la piel seca durante el embarazo son los daños provocados por el sol, que pueden producirse todo el año, incluso en los días grises y nublados del invierno. Esto se debe a que los rayos UVA del sol llegan a las capas más profundas de la piel, dañando su estructura y proteínas importantes como el colágeno y la elastina. Estas proteínas son las responsables de mantener la piel suave e hidratada y, cuando resultan dañadas, la piel se vuelve más seca. En el embarazo, la piel de la mujer también se vuelve más fotosensible, así que no olvides aplicarte protección solar de amplio espectro en el rostro cada mañana.
Tratamiento de la piel seca durante el embarazo
El mejor tratamiento para la sequedad durante el embarazo son los productos muy hidratantes y ricos en aceites que ayuden a restaurar la barrera protectora natural de la piel. Busca fórmulas que incluyan ingredientes superhidratantes como ácido hialurónico, niacinamida, ácidos grasos omega, glicerina y manteca de karité, ya que estos te ayudarán a sellar la hidratación durante todo el día. De noche, opta por una crema más untuosa que ayude a la piel a repararse y rejuvenecerse mientras duermes, o aplícate una mascarilla intensiva con ingredientes calmantes.