Desde que nacemos, necesitamos contacto físico, que empieza con el contacto piel con piel con nuestra madre o nuestro padre. No importa lo mayores que nos hagamos,: siempre seguiremos necesitando y disfrutando del contacto físico con los demás. Por ejemplo, piensa en ese abrazo fuerte que te hace sentir mejor cuando te invade el desánimo, en un tierno abrazo de tu pareja o en cuando un amigo te pasa el brazo por encima del hombro. Además de hacernos sentir bien, la experiencia de ese contacto tiene muchos otros beneficios e incluso puede reforzar tu sistema inmunitario. Sigue leyendo para descubrir cómo funciona.
Contacto piel con piel para un sistema inmunitario sano
Tanto si alguien te da la mano, un masaje en la espalda o un abrazo, experimentarás los beneficios del contacto piel con piel. Hay estudios que demuestran que, cuando estamos estresados y mantenemos contacto físico positivo con alguien, nuestra frecuencia cardiaca se reduce, la tensión arterial baja y las hormonas causantes del estrés disminuyen. Además, se produce un aumento de la oxitocina, la «hormona del amor» que nos ayuda a relajarnos. Como el contacto piel con piel nos relaja, los estudios demuestran que esto puede reforzar nuestro sistema inmunitario. Esto se debe a que, cuando estamos sometidos a mucho estrés, segregamos cortisol, que tiene un efecto negativo en nuestro sistema inmunitario.
Refuerza el sistema inmunitario de los recién nacidos
Las bacterias buenas de nuestra piel y nuestro aparato digestivo forman parte de un sistema inmunitario sano, ya que ayudan a evitar que las malas se adhieran a la piel y proliferen en nuestro cuerpo. Al nacer, los bebés carecen de estas bacterias, por eso el contacto piel con piel es tan importante para ellos. Cuando reciben este tipo de contacto, las bacterias buenas presentes en la piel de la madre pasan a la suya, lo que podría protegerlos de algunos tipos de infecciones. Las mamás deben tratar de mantener el contacto piel con piel todo el tiempo que sea posible tras el nacimiento de su bebé.
Cómo los productos de Sanex para el cuidado de la piel pueden ayudar con el contacto físico
Como el contacto piel con piel es tan importante y puede reforzar el sistema inmunitario, todos queremos una piel tersa y suave que resulte agradable al tacto. Sanex tiene una gama de productos para ayudarte con eso. Puedes probar el gel de ducha Sanex Dermo Hidratante, ideal para pieles de normales a secas. Su fórmula calmante hidrata, protege y repara las barreras de tu piel respetando el equilibrio natural del pH. También puedes probar el gel de dicha Sanex Neutro SIN para pieles normales, testado dermatológicamente y desarrollado con ingredientes cuidadosamente seleccionados. No contiene sulfatos, jabones ni colorantes para reducir el riesgo de irritación de la piel.