Guía para mantener una piel sana y protegida

5 minutos de lectura

La piel es el mayor órgano del cuerpo y su salud es tan importante como tu salud general. Por eso, querrás tener una rutina de cuidado de la piel para nutrirla y protegerla. Lavar la piel para mantenerla limpia no siempre es suficiente para mantenerla sana, sobre todo si tienes necesidades específicas. Sigue leyendo nuestra guía para descubrir consejos para mantener la piel sana.

Los sentidos y la piel

A través de nuestros sentidos, vivimos diferentes experiencias en este precioso mundo. La vista, el olfato, el gusto y el tacto nos permiten disfrutar de cada momento que nos ofrece la vida. Como el sentido del tacto es poderoso, seguro que quieres tener una piel sana y natural.

Tienes receptores sensoriales en todas las capas de la piel, que envían señales al cerebro cuando experimentas tacto, presión, cambios de temperatura y dolor. Cuando tienes contacto humano con un ser querido, los receptores de tu piel envían una señal al cerebro que libera oxitocina, la hormona del amor, que te hace sentir bien. Como esto es tan importante, es esencial tener una rutina de cuidado de la piel.
 

Qué es una piel sana

La piel tiene mucho más que ofrecer además de permitirte experimentar el mundo a través del tacto. Es tu primera línea de defensa frente a los agresores externos e incluso puede contribuir al funcionamiento normal de tu sistema inmunitario. Hay muchos tipos de bacterias y otros organismos que viven en la piel. Juntos forman el microbioma de la piel, que debe estar equilibrado para tener una piel sana y natural. Algunos de los indicios de una piel sana y natural son:

  • No sientes nada. Esto significa que parece que la piel esté "ahí" y que no sienta nada.
  • Tu piel no está seca, escamada ni sensible.
  • Tu piel no está manchada ni enrojecida.
  • Tu piel es elástica, es decir, se estira con facilidad.
  • No tienes manchas solares. (Recuerda utilizar protección SPF a diario).
  • No tienes acné.

Para mantener tu piel en un estado óptimo, necesitarás una rutina de cuidado de la piel específica para tu tipo de piel.

  • Las pieles secas y muy secas necesitan productos hidratantes que ayuden a mantener la hidratación, lo que favorece el equilibrio del microbioma.
  • Las pieles sensibles necesitan productos hipoalergénicos con ingredientes cuidadosamente seleccionados para reducir el riesgo de irritación.
  • La piel normal necesita productos de cuidado para mantener el microbioma y el pH natural de la piel equilibrados y mantenerse en un estado óptimo.
     

Cómo tener una piel sana: la guía

Si quieres mejorar la salud de tu piel o incluso mantenerla en un estado óptimo, aquí tienes 5 consejos para mantener la piel sana.

1. Descubrir tu tipo de piel

Conocer tu tipo de piel es el primer paso para entender tus necesidades específicas. Si tienes la piel seca o muy seca, te recomendamos que utilices productos de cuidado de la piel que añadan o mantengan la hidratación. Se incluyen los geles de ducha hidratantes y una buena crema hidratante, que puedes aplicarte a lo largo del día.

Las pieles sensibles necesitan productos suaves, hipoalergénicos y diseñados para reducir el riesgo de irritación. Debes buscar productos que contengan 0 % colorantes y 0 % fragancias. Echa un vistazo a nuestra gama de productos Sanex Neutro SIN para inspirarte.

2. Nutrición para una piel sana

La hidratación y la alimentación para una piel sana son muy importantes. Lo que ingerimos repercute en la salud de la piel. Una dieta equilibrada que combine todos los nutrientes y vitaminas esenciales puede ayudar a mantener la piel sana. ¡No te olvides del agua! Asegúrate de beber mucha agua al día para mantener la piel hidratada.

Crema solar

¡No nos cansaremos de repetirlo! Es muy importante utilizar crema solar todos los días. Incluso en los días nublados. Protege la piel de los rayos UV del sol, que se relacionan con el envejecimiento y algunos tipos de afecciones. También es una buena idea alejarse de la luz solar directa y no utilizar cabinas de bronceado.

3. Dormir bien

Dormir lo suficiente puede ayudar a mejorar la salud de tu piel. Cuando duermes, aumenta el flujo sanguíneo de la piel y reconstruye su colágeno. También repara los daños causados por los rayos UV, al mismo tiempo que reduce las arrugas y las manchas causadas por el envejecimiento. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche.

4. Evita las duchas con agua muy caliente

Aunque a todos nos encanta una larga ducha o un baño caliente, no siempre es bueno para la piel. Sumergirse en agua muy caliente puede eliminar la grasa de la piel y dejarla seca.

5. Dejar de fumar

Además de los conocidos riesgos del tabaco, también puede tener efectos negativos sobre tu piel. Los cigarros contienen una serie de sustancias químicas nocivas que provocan la destrucción del colágeno y la elastina, que ayudan a la piel a mantenerse fuerte y elástica. Dejar de fumar puede mejorar la salud de tu piel.
 

Conocer tu piel

Ahora que ya sabes más sobre cómo tener una piel sana, es hora de poner en práctica algunos de los consejos. Sigue una rutina de cuidado de la piel para nutrir y cuidar tu tipo de piel de la mañana a la noche. También puedes visitar nuestra página Sobre la piel para obtener más información y consejos para mantener tu piel sana.

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